El Ketchup

Un aliado en la prevención de distintos tipos de cáncer.
La dieta mediterránea tiene otra potente arma para luchar contra la enfermedad: el tomate. Los expertos relacionan uno de sus componentes, el licopeno, con la prevención de diversas patologías como el cáncer de pulmón y de próstata, los tumores en el tracto digestivo, la arteriosclerosis y los ataques cardiacos. Diversas investigaciones llevadas a cabo para probar los beneficios de los antioxidantes (como la vitamina E y el betacaroteno, entre otros) han desvelado que el licopeno, elemento de la familia de los carotenoides que le da al tomate su característico color rojo, es un antioxidante mucho más poderoso que sus primos más conocidos. Los antioxidantes protegen al organismo del daño que provocan los radicales libres. Este proceso de oxidación celular ocurre de forma natural, pero factores externos como la contaminación ambiental, la exposición excesiva al sol o el tabaquismo, lo aceleran. Los especialistas recomiendan entre tres y siete miligramos de licopeno al día, lo que supone alrededor de siete comidas ricas en productos derivados del tomate por persona (100 gramos de Ketchup contienen entre 10 y 13 miligramos de licopeno) Nuestro organismo no produce licopeno por si mismo, lo que la dieta es el único medio para obtenerlo. El tomate y sus derivados son sus principales fuentes.Al contrario de lo que ocurre con muchas otras frutas y verduras, que conservan mejor sus propiedades si se consumen crudas, el tomate debe estar cocinado para aprovechar todo el licopeno que contiene. El calor que se desprende en el proceso de cocción favorece la liberación del carotenoide desde la pared celular del tomate. De esta manera, las salsas de tomate o sus derivados (como el ketchup) cocinados o sometidos a cualquier proceso de calor, aumentan las concentraciones de licopeno. La elaboración del Ketchup es una combinación magistral de concentrado de tomate, azúcar, vinagre y especias.

 

La dieta mediterránea tiene otra potente arma para luchar contra la enfermedad: el tomate.Los expertos relacionan uno de sus componentes, el licopeno, con la prevención de diversas patologías como el cáncer de pulmón y de próstata, los tumores en el tracto digestivo, la arteriosclerosis y los ataques cardiacos.
Diversas investigaciones llevadas a cabo para probar los beneficios de los antioxidantes (como la vitamina E y el betacaroteno, entre otros) han desvelado que el licopeno, elemento de la familia de los carotenoides que le da al tomate su característico color rojo, es un antioxidante mucho más poderoso que sus primos más conocidos.


Al contrario de lo que ocurre con muchas otras frutas y verduras, que conservan mejor sus propiedades si se consumen crudas, el tomate debe estar cocinado para aprovechar todo el licopeno que contiene. El calor que se desprende en el proceso de cocción favorece la liberación del carotenoide desde la pared celular del tomate. De esta manera, las salsas de tomate o sus derivados (como el ketchup) cocinados o sometidos a cualquier proceso de calor, aumentan las concentraciones de licopeno. La elaboración del Ketchup es una combinación magistral de concentrado de tomate, azúcar, vinagre y especias.


Compendio de los estudios que lo demuestran:

Más de 28 ensayos clínicos avalan al licopeno como un aliado contra el cáncer.Estos son algunos de los estudios más relevantes publicados hasta el momento que relacionan el consumo de licopeno a partir de derivados de tomate con una reducción en la incidencia de cáncer:

Los resultados de este estudio sentaron las bases del carácter preventivo del licopeno frente al cáncer. En este meta-análisis se realiza una revisión de 72 estudios epidemiológicos de distinto tipo. Del total de estudios analizados, en 35 de ellos se encontró una asociación estadísticamente significativa entre la ingesta de licopeno procedente de tomate fresco y derivados y la prevención de distintos tipos de cáncer debido a la acción antioxidante del licopeno.
Este trabajo resume las conclusiones obtenidas de 20 estudios clínicos que relacionan el licopeno con la prevención de distintas enfermedades debido a su poder antioxidante, estudiando tanto suplementos dietéticos como derivados de tomate todos ellos con un contenido especifico de licopeno. La conclusión general de todos ellos es que el licopeno contenido en tomate y sus derivados, tiene acción antioxidante y anticarcenogénica a nivel celular y contribuye de forma definitiva a mejorar la salud debido a la acción sinérgica con otros componentes del alimento, frente a la mera suplementación con licopeno.
Este trabajo estudia el efecto de la ingesta dietética de 50 g de pasta de tomate al día durante 10 semanas y los resultados reflejan una reducción significativamente la media de los niveles plasmáticos de PSA en pacientes con hiperplasia benigna de próstata, probablemente ligado al alto contenido de licopeno en la pasta de tomate. El PSA (prostate specific antigen) es el marcador tumoral más utilizado para el cáncer de próstata de manera que el seguimiento de sus niveles a lo largo de la vida de los hombres es de gran ayuda al urólogo, junto con otras pruebas, para su diagnóstico.
Este estudio recoge la existencia de evidencia epidemiológica del consumo de licopeno con una reducción del riesgo de padecer cáncer de próstata. El licopeno influencia sobre estas posibles vías de propagación contribuye a la inhibición del crecimiento celular y la inducción de la apoptosis. Una parte sustancial de los efectos licopeno puede ser explicada por su acción antioxidante, sino que otros mecanismos también podrían estar implicados.
Las conclusiones de este reciente estudio revelan que el licopeno como factor antioxidante de la dieta podría inhibir de forma significativa la síntesis del ADN siguiendo un patrón dosis-dependiente, ya que podría inhibir la actividad y expresión del gen del receptor de andrógenos.